Gisele se convirtió en la modelo mejor pagada del mundo, destacando en la industria de la moda desde finales de los años 90 y revolucionando el estándar de belleza al terminar con la era del "heroin chic"
Su compromiso con el medio ambiente se intensificó tras visitar la Amazonía en 2004, donde fue testigo de los efectos devastadores de la deforestación, lo que la motivó a actuar
En 2006, fundó el Proyecto Agua Limpia en su ciudad natal, Horizontina, Brasil, para promover la conservación del agua y la reforestación
Desde 2009, es embajadora de buena voluntad del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), utilizando su plataforma para abogar por políticas sostenibles
En 2021, se convirtió en accionista y embajadora de Ambipar, una empresa brasileña dedicada a servicios ambientales, enfocándose en mejorar procesos sostenibles en diversas industrias
Ha sido galardonada con el Global Environmental Citizen Award por Harvard Medical School por su labor en pro del medio ambiente y su activismo
Gisele sigue siendo una figura influyente en el activismo ambiental, educando a sus hijos sobre la importancia de cuidar el planeta y participando activamente en iniciativas globales